Al comenzar 2.012, quise tomar mi vieja y desvencijada Honda y hacer un viaje en solitario, para buscar y comprender mis raíces (mis antepasados eran Corsos, pero como muchos otros se establecieron al este de Venezuela a principios del siglo XX, por lo que soy 50% oriental) y estudiar de cerca la gastronomía y los productos en la tierra del mejor Ají dulce (pimiento pequeño de suave sabor y aroma) del planeta tierra: La Península de Paria, en el extremo oriental del Estado Sucre. La que Cristobal Colón llamó "Tierra de Gracia" el 5 de Agosto de 1.498, cuando pisó por primera vez territorio continental venezolano.
Con Rio Caribe me úne un vínculo muy especial: Aquí está enterrado mi abuelo materno, y viven su viuda y dos de mis tíos a los que guardo especial cariño y respeto. Además de la sensación total de paz interior que me produce caminar por su malecón a primeras horas de la mañana cuando lo envuelve una fría bruma. Al despuntar el sol, la punta del malecón que queda más cercana al centro del pueblo se comienza a llenar del bullicio de los botes peñeros que llegan con su carga de frutos del mar rebosantes de frescura.
En la pequeña ensenada comenzamos a ver el desfile de pescadores dejando su carga a los pequeños puestos que rodean el curioso muelle.
Los Pelícanos llenan el improvisado y concurrido mercado, acostumbrados a disputarse las entrañas que van saliendo de los pescados que la gente comienza a llevar para freir en el desayuno, o para acompañar con verduras en los infaltables Sancochos orientales, frente a la plaza dedicada al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.
Los vendedores vocean las virtudes de cada especie, invitando al turista a comprobar de primera mano la frescura del pescado que ofrecen. Paciente y amablemente van atendiendo uno por uno a los clientes que llegan a saciar su curiosidad o su hambre de pescados frescos y a buen precio.
Si llegan temprano, no harán mucha fila para degustar las empanadas de cazón (especie de tiburón de entre 30 y 60 cm de largo y que se prepara estofado con Ají dulce, cebolla, Ajoporro o puerro, y ajo), chorizo riocaribero (similar en contextura y sabor a la salchicha siciliana), pollo y carne de res recién salidas del sartén y que pueden regar generosamente con un gélido Guarapo de Papelón con limón. Los precios, más que solidarios. 6 Bs. las empanadas y 4 Bs. cada vaso de papelón. Con 30 Bs. ( aprox. 3.50 US$) quedarán muy satisfechos hasta la hora del almuerzo.
Puedo pasar horas comentando las virtudes de Río Caribe y de Paria, pero prefiero que vengan ustedes mismos a comprobarlo. Sólo les pido un favor: Conserven limpio el ambiente y la pureza de esta tierra, tan virgen y libre de todo tipo de contaminación que parece sacada de una novela de Robert Louis Stevenson.
Un Abrazo.
Francisco Matamoros Mendoza.
Sibarita del Camino.
PRAETORIANVS M C.
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